Esta semana he estado probando Fedora (versión 15 actualmente), debido a lo que leí acerca de ella en la clasificación de mejores distros de 2011. No es que me considere un experto, ni mucho menos, pero tenía curiosidad.

Después de haber probado varias, me he dado cuenta de que prácticamente te puedes montar el mismo sistema con cualquier distro, pero dependiendo de tu objetivo, hay unas que te lo pondrán más fácil que otras. Esto y la filosofía que lleva cada una por detrás son sus principales diferencias, al fin y al cabo.

Instalación.

El instalador es muy sencillo. No tanto como el de Ubuntu, pero en dos patadas lo tienes instalado. Además, puedes probarlo por un LiveCD o LiveUSB.

Escritorio.

Lo primero que salta a la vista, y una de las principales razones por las que me he decidido a probarla, es el nuevo escritorio Gnome 3. Han pegado un cambiazo bestial, me gusta bastante, aunque he de reconocer que aún les faltan algunas cosas por pulir, sobre todo en cuanto al excesivo uso del ratón se refiere.

Aceleración 3D libre.

Por primera vez tras instalar un sistema Linux en mi ordenador con tarjeta nVidia tengo aceleración 3D sin necesidad de instalar los drivers privativos, todo gracias a Gallium, una tecnología muy interesante e innovadora, que incluso introduce soporte nativo para Direct3D 11. Punto extra para Fedora.

Sin Chromium.

Fedora no dispone de Chromium en sus repositorios oficiales, debido a los motivos que se indican en el link, aunque están trabajando en colaboración con Google para remediar esto, y en el mismo link te explica cómo instalarlo desde otro repositorio sin demasiadas complicaciones.

Es una pena, ya que es mi navegador favorito. Aunque ya me acostumbré a no tener Firefox, sino Iceweasel, en Debian, y son cosas que no afectan excesivamente.

Software actualizado.

Sinceramente, es una de las razones por las que me he cansado de Debian: que los paquetes tardaban muchísimo en actualizarse. Sin ir mas lejos, a día de hoy Iceweasel está aún en la versión 3.5 en Debian Testing, mientras que ya está disponible el 5, y no hablemos del retraso de años que lleva Wine...

Fedora, en cambio, tiene todos los paquetes que he visto en su versión más reciente, y con muy pocas modificaciones. Recordemos que Ubuntu también tiene versiones recientes, pero casi todos los adaptan a su manera de ver las cosas.

Software libre.

Fedora es otra de esas distribuciones bastante concienciadas con el software libre.

Esto tiene sus ventajas e inconvenientes: si todo el software proporcionado es libre, tu ordenador lo es también, sin embargo careces de cosas como reproducción de MP3 o Flash.

Siempre puedes instalar estas cosas a través de los repositorios correspondientes, bien de rpmfusion o de Adobe, respectivamente, pero requiere un poquito más de configuración por tu parte.

Paquetes RPM.

Cuando pasas a usar el sistema de instalación y desinstalación de paquetes, hay otro cambio sustancial: Fedora utiliza yum con empaquetado *.rpm en lugar de APT con empaquetado *.deb (como es el caso de Ubuntu, Debian y derivados).

De cara al usuario, las herramientas APT son mejores, ya que tienes el Ubuntu Software Center, invencible en cuanto a sencillez y comodidad, o Aptitude, con una interfaz por consola que te ofrece el control más absoluto. Además, al menos según mi impresión, las dependencias se calculan mucho más rápido.
Sin embargo, yum me parece que es un sistema mucho más avanzado tecnológicamente por dos motivos: el uso de PackageKit y de deltas. Me explico.

PackageKit es una librería diseñada para estandarizar el manejo de paquetes, independientemente de la tecnología subyacente, de modo que las aplicaciones de instalación y desinstalación funcionen igual independientemente del sistema de empaquetado.

Por ejemplo, Fedora usa como interfaz gráfica el gnome-packagekit, que puede instalarse en cualquier distro que use Gnome y PackageKit. Como digo, esta interfaz deja mucho que desear respecto a las disponibles con APT, pero al menos el enfoque es el correcto.

Además, Fedora usa los Delta RPMs (Presto), una de las cosas que más me han sorprendido y gustado en comparación con APT. Lo explico:

Normalmente, en Debian y derivados, para actualizar un paquete, APT se encarga de descargar la nueva versión completa e instalarla. Usando los deltas, Fedora compara la versión local que tienes instalada con la que vas a descargar, y únicamente descarga las diferencias, las cuales combina con el paquete disponible localmente para fabricar el nuevo paquete y entonces instalarlo. Como consecuencia, se reduce el tamaño de la descarga entre un 60 y un 80%, que se dice pronto.

Debian también está trabajando en debdelta, un sistema parecido para APT, pero ya sabemos que en Debian las cosas se las toman con calma...

Nota importante: yum no desinstala las dependencias innecesarias al quitar un paquete automáticamente, salvo que así lo indiques añadiendo la siguiente línea a la sección [main] de /etc/yum.conf:

clean_requirements_on_remove=1

Conclusiones.

Después de probar Debian, Arch y Fedora, sigo con la opinión de que si eres novato, debes ir a por Ubuntu, al menos hasta que te familiarices más con todo este mundillo.


En cuanto a distros de escritorio para usuarios con algo de experiencia, escoge la que mas se adapte a tu filosofía:

La filosofía de Ubuntu es adaptar todo el software para que todo se adecue a su visión de cómo debería ser, hacerlo más fácil para el usuario final, sin  preocuparse demasiado de si el software es libre o no.

La de Fedora es usar sólo software libre, y tratar de no modificar el programa original salvo en lo estrictamente necesario.

En cuanto a Debian, tiene la filosofía que más me gusta de todas, pero implica tener paquetes muy desactualizados. Para servidores esto no importa demasiado, pero para una máquina de escritorio es algo decepcionante.