La verdad es que en nuestra cruzada de huir de las compañías que negocian con nuestros datos en Internet, lo más sencillo será escapar de los rastreadores.
Usa un navegador libre
Si eres usuario de Internet Explorer, Safari u Opera, has de saber que son de código cerrado. Esto significa que nadie sabe exactamente qué hacen por dentro.
Especialmente si eres usuario de IE, has de saber que Microsoft ha hecho mucho daño a la web con él:
- No usa correctamente los estándares (sobre todo hasta la versión 7). Esto ha provocado que muchas webs solo puedan verse con IE, lo que ha obligado a muchos a usar ese navegador.
- Ha demostrado ser el más lento e inseguro de todos.
- Podría considerarse un virus, ya que no se puede desinstalar sin desestabilizar el sistema.
No utilizar IE es hacerle un favor a todos los desarrolladores web del mundo.
Google Chrome también es cerrado, aunque es una versión modificada de Chromium. Si migras a Chromium, apenas notarás ninguna diferencia, pero estarás apoyando el proyecto libre en lugar del cerrado, y ganando la seguridad que ello ofrece.
Personalmente recomiendo Firefox, ya que es multiplataforma y desarrollado por Mozilla, una organización sin ánimo de lucro, mientras que detrás de Chromium tenemos a los chicos de Google.
Instala extensiones que bloqueen los anuncios y el rastreo
En Firefox, activa la opción Decir a los sitios web que no quiero ser rastreado y combínalo con las extensiones Adblock Plus y Do Not Track Plus (también disponibles para otros navegadores). Tan solo con la configuración que traen por defecto tendrás una excelente protección.
Elimina Flash
Suele ser un coladero de seguridad, y está siendo poco a poco reemplazado por HTML5. Puede que te sea necesario mantenerlo durante un tiempo para no perder ciertas funcionalidades, pero si no lo borras ahora, al menos desactívalo mientras no lo uses.
De todos modos, a día de hoy grandes sitios como YouTube o Groovesharkya están implementando sus sitios en HTML5.